El miércoles 20 de febrero del presente año, el Dr. Eugenio José Reyes Guzmán, Director del World Trade Center Monterrey – UANL, presentó ante el Comité de Estudios de la Unión Social de Dirigentes de Empresa (USDE), los resultados de impacto económico que se han tenido con el Programa de Mentorías en alianza con Banregio. Los resultados son encomiables ya que las PYMES asesoradas por el WTC Monterrey UANL en alianza con Banregio, alcanzaron ventas incrementales cercanas a los 800 millones de pesos, y empleos generados y conservados cercanos a los 4000 a lo largo del 2018.
La presentación del Dr. Reyes Guzmán cobra relevancia al considerar la realidad de México. Por principio de cuentas, el tema del empleo es crucial para mantener una paz social y una sociedad próspera. Es obligación grave del empresario, no del gobierno, generar riqueza y, por ende, oportunidades de empleo bien pagadas y con un trato que considere la dignidad humana.
Existen dos lacerantes e irrefutables condiciones en México; pobreza y desempleo. El empresario mexicano no puede ni debe obviar su corresponsabilidad en ambos temas. No es posible que en el país sigamos teniendo índices de pobreza superiores al 50% y de ninguna manera es justificable que desde el año 2006 la promesa del Expresidente Calderón haya sido generar 1 millón de empleos por año, y la meta no se haya alcanzado ningún año.
La propuesta del Presidente López es ofrecer, a través del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, una beca de $ 3,600.00 pesos mensuales a 2.5 millones de “ninis” por año. El número de 2.5 millones quizás obedezca a temas presupuestales, pero la realidad es que tenemos más de 4 millones de jóvenes sin empleo en el país. Las matemáticas son muy claras; si desde el año 2006 a 2018 generamos cerca de 400,000 empleos nuevos por año y la meta anual era de 1 millón, es entendible que haya desempleo. Esto sin considerar que cerca del 60% de los empleos son informales y que, los “ninis”, al no estar muchos de ellos buscando empleo, tampoco son contabilizados como desempleados. Como colofón, la masa crítica de jóvenes con posibilidad de aportar trabajo, o bono poblacional, se podría convertir en pasivo laboral si no se atiende eficazmente.
En la eficacia está el secreto, solo el empresario tiene el mandato de crecer competitivamente y transformar los ingresos de la empresa en oportunidades laborales, subrayo, dignas y bien remuneradas. El rol del gobierno, por otro lado, es invertir en la infraestructura y crear las condiciones legales y jurídicas que potencien la competitividad de las empresas. “Zapatero a tus zapatos”.
Ahora bien, hablando de pobreza, hay dos maneras sucintas de reducirla; una es a través de una buena educación, y otra, generar oportunidades de empleo. En cuanto a educación, es entendible que el sueldo que perciba todo trabajador será proporcional a las herramientas con las que cuente para aportar y contribuir al crecimiento de la empresa, esto es, proporcional a su preparación académica, y esto corresponde al gobierno mexicano.
Con respecto al rubro del empleo, nos lleva de nueva cuenta a voltear a ver al empresario. Es fundamental que el empresario asuma su rol y bregue por ofrecer empleos dignos y bien remunerados. En la medida que haya más empresas y empresarios dispuestos a brindar las mayores oportunidades a sus trabajadores, en esa misma proporción se reducirá la pobreza en el país. Es condición sine qua non que la riqueza se distribuya entre los “stakeholders” de toda empresa. Esto es, toda empresa debe procurar el bienestar de sus trabajadores y sus familias, de sus proveedores y de sus clientes. No se justifica, de ninguna manera, que haya empresarios ricos y empresas pobres. En esto justamente consiste la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) más sublime, más excelsa, es la definición de subsidiariedad empresarial. Es relevante que toda empresa tenga intervenciones sociales pintando escuelas, sembrando árboles y separando la basura, pero, la prioridad será siempre y por mucho; empleados, clientes y proveedores.
La solución para generar más y mejores empleos y combatir la pobreza reside ingentemente en los empresarios virtuosos y congruentes. A estos héroes hay que cerrar filas y apoyarlos. Creciendo las empresas en número, tamaño y competitividad, crece México.
Volviendo a la presentación del Dr. Reyes Guzmán, es realmente laudable el esfuerzo que realiza el WTC Monterrey UANL en alianza con Banregio al ayudar a las PYMES a crecer. Cabe mencionar que el Programa Mentorías se sustenta en un esfuerzo de subsidiariedad empresarial donde el banco y la universidad, le enseñan a las PYMES a pescar más y mejores peces.
Escrito por: Dr. Eugenio José Reyes Guzmán
El WTC Monterrey es un centro de la Universidad Autónoma de Nuevo León que coadyuva en la vinculación universidad empresa, impactando al ecosistema de las PYMES de la región a través de capacitación y asesoría con un claro enfoque a resultados medibles en términos de generación y conservación de empleos y aumento en ventas, operando bajo el modelo del SBDC (Small Business Developent Center). En los últimos 3 años, el WTC Monterrey-UANL ha capacitado y asesorado a más de 5,300 PYMES, coadyuvando a la generación y conservación de más de 8,000 empleos.